En Erre Fisioterapia, entendemos que para los corredores, el esfuerzo y la dedicación van más allá de cruzar la meta o finalizar un entrenamiento. La clave para una práctica deportiva duradera y saludable reside en la prevención de lesiones, la mejora de la flexibilidad y la optimización de la recuperación muscular. Si eres un apasionado del running, este artículo es para ti. Nuestro equipo de fisioterapeutas deportivos está comprometido con tu bienestar y rendimiento.

Hoy, profundizaremos en cómo las técnicas avanzadas de fisioterapia deportiva pueden ser tu mejor aliado para prevenir lesiones en corredores, asegurando que cada zancada te acerque más a tus objetivos de forma segura y eficiente.

La Fisioterapia Deportiva: Tu Aliada Clave para Corredores

La fisioterapia y el deporte están intrínsecamente relacionados, ya que la actividad física, especialmente la carrera, puede derivar en lesiones musculoesqueléticas. En este sentido, la fisioterapia se erige como una herramienta fundamental para prevenirlas y tratarlas.

Los beneficios de la fisioterapia deportiva para los corredores son múltiples y abarcan desde la prevención de lesiones hasta la mejora del rendimiento:

• Prevención de lesiones: La fisioterapia ayuda a identificar y corregir desequilibrios musculares, mejorar la técnica de carrera y fortalecer la musculatura, lo que reduce significativamente el riesgo de sufrir dolencias.
• Tratamiento de lesiones: En caso de lesión, la fisioterapia acelera el proceso de curación y recuperación, utilizando técnicas para reducir el dolor, la inflamación y mejorar la movilidad.
• Mejora del rendimiento: Al optimizar la técnica, aumentar la flexibilidad y fortalecer músculos específicos, los corredores pueden mejorar su eficiencia y reducir el riesgo de tiempo de inactividad.
• Gestión del dolor: También es una herramienta eficaz para manejar el dolor crónico o persistente.

Lesiones Frecuentes en Corredores

Los corredores, tanto aficionados como profesionales, son propensos a diversas lesiones. Las más comunes incluyen:

• Fascitis plantar: Inflamación del tejido que conecta el talón con los dedos del pie, causando dolor en la planta.
• Periostitis tibial: Inflamación del periostio (membrana que recubre la tibia), a menudo causada por la tracción anormal de los músculos flexores profundos o del sóleo.
• Fracturas por estrés: Pequeñas fisuras en los huesos (comúnmente pie, tibia o fémur) debido al estrés repetitivo.
• Tendinopatías: Inflamación de un tendón, como el de Aquiles.
• Síndrome de la banda iliotibial (Rodilla del Corredor): Inflamación de la banda de tejido conectivo desde la cadera hasta la rodilla, causando dolor en la parte exterior de la rodilla.
• Lesiones de rodilla: Incluyen condromalacia rotuliana, lesión de menisco o tendinitis rotuliana.
• Lesiones musculares: Como roturas o distensiones, especialmente en gemelos e isquiotibiales.
• Esguinces de tobillo: Frecuentes, sobre todo en terrenos irregulares.

Estudios recientes indican que entre el 37% y el 56% de los corredores aficionados de larga distancia sufren una lesión al año. La rodilla es la zona más afectada (7%-50%), seguida de la pierna (9%-32%) y el pie (5.7%-39.3%).

Pilares Fundamentales para la Prevención de Lesiones en el Running

Aunque el foco de este artículo está en la fisioterapia, es crucial entender que la prevención es un enfoque multidisciplinar. La ciencia actual sugiere que no hay una «bala mágica» para evitar lesiones, sino una combinación de factores individualizados.

• Calzado Adecuado: No existe un calzado universalmente «mejor», pero sí el óptimo para cada corredor. La elección debe basarse en sensaciones, comodidad y, sobre todo, la ausencia o presencia de lesiones. Un calzado adecuado amortigua el impacto, protege el pie, lo estabiliza y neutraliza desequilibrios biomecánicos.
• Técnica de Carrera: Aunque la técnica es particular de cada corredor, hay aspectos universales que minimizan el riesgo de lesión. Mantener el impacto del pie debajo de la cadera, una postura erguida (inclinación ligera desde los tobillos) y una cadencia entre 170 y 180 pasos por minuto son fundamentales para reducir el estrés articular y mejorar la economía de carrera. Cualquier modificación debe ser gradual y asistida por profesionales.
• Entrenamiento de Fuerza Muscular: Un error común es subestimar la importancia de la fuerza en un deporte de resistencia. La resistencia aeróbica (capacidad del organismo para mantener un esfuerzo prolongado) a menudo supera a la resistencia muscular (capacidad del músculo para soportar cargas repetidas), lo que lleva a molestias, sobrecargas y lesiones. Fortalecer músculos clave como la musculatura del pie, tibial anterior, tríceps sural, cuádriceps, isquiotibiales, glúteos, piramidal, psoas ilíaco y abdominales, mejora la amortiguación, propulsión, estabilidad y reduce el riesgo de lesiones específicas.